PROJECT DETAILS

Estado

Activo

Lugar

Panamá

Prioridad

Migraciones

CONTEXTO

La zona conocida como el Tapón del Darién es un peligroso tramo de selva tropical en la frontera sur de Panamá. Esta región de densa selva, de más de 160 km de longitud, entre Panamá y Colombia, alberga numerosos peligros naturales, como serpientes venenosas, jaguares, mosquitos portadores de enfermedades mortales y pantanos y ríos traicioneros. La zona también es conocida por peligrosos grupos armados que se aprovechan de los emigrantes desesperados que intentan cruzar la brecha y continuar hacia el norte. No hay carreteras ni infraestructuras que conecten la «brecha» entre Norteamérica y Sudamérica. Aun así, a pesar de todos los obstáculos que suponen una amenaza para la vida, la gente sigue atravesando a pie la brecha del Darién con la esperanza de una vida mejor.

 

Al mismo tiempo, una vez que los migrantes han cruzado el Tapón del Darién, aún les queda un largo viaje a través de Panamá hacia sus próximos destinos. Para controlar el flujo migratorio en el país, el gobierno panameño ha establecido Estaciones Receptoras de Migrantes (ERM) en ambas fronteras. Estas estaciones son utilizadas por el gobierno, la Iglesia católica y varias agencias internacionales para proporcionar apoyo inmediato a los migrantes. Dos redes internacionales de jesuitas se solapan en Panamá en un esfuerzo compartido por responder a esta injusticia migratoria: La Federación Internacional de Fe y Alegría y la Red Jesuita con Migrantes de América Latina y el Caribe (RJM-LAC). Los esfuerzos compartidos de estas dos redes proporcionan recursos para la acción directa y el apoyo a los migrantes que se desplazan por la región, pero también conectan estos esfuerzos con iniciativas globales que recopilan información sobre flujos migratorios y cuestiones de derechos humanos. El equipo de cuatro personas de Fe y Alegría Panamá, con sede en Ciudad de Panamá, ofrece programas y asistencia en la capital, así como en las estaciones del MRS situadas en San Vicente y Lajas Blancas en Metetí (provincia de Darién) y en Los Planes y Paso Canoas en Gualaca, (provincia de Chiriquí).

¿Qué están haciendo Fe y Alegría y los jesuitas para acompañar a migrantes en Panamá?

El equipo de Fe y Alegría Panamá está formado por cuatro miembros. El equipo está dirigido por el P. Marco Tulio Gómez, SJ, que ejerce de director nacional. Trabajan con el P. Gómez un Coordinador de Servicio a Migrantes, un Coordinador de Asistencia Jurídica y un Psicólogo Social, que viaja desde Ciudad de Panamá a las zonas fronterizas de Darién y Chiriquí. Estos viajes pueden variar entre 300 y 650 millas ida y vuelta. Para asegurar que este trabajo sea efectivo, el personal de Fe y Alegría Panamá necesita dos vehículos que funcionen, que permitan al equipo viajar desde Ciudad de Panamá a las regiones fronterizas.

NUESTRO PROYECTO

En pocas palabras, Fe y Alegría Panamá necesitaba desesperadamente un nuevo vehículo capaz que les permitiera acceder a las Estaciones Receptoras de Migrantes en la brecha del Darién y en la provincia de Chiriquí, al norte, para prestar servicios y acompañamiento a los migrantes.  La ayuda humanitaria, la asistencia psicosocial y la formación sobre derechos humanos y migratorios que proporciona el equipo sólo son posibles con un transporte fiable. 

 

La compra de este vehículo es parte de un proyecto mayor con fondos recaudados a través del RJM-LAC para apoyar a la población migrante que se encuentra en tránsito o es solicitante de asilo en Panamá. Este proyecto mayor comenzó en febrero de 2022 y continúa en 2023.

Detalles del Proyecto

Originalmente, Fe y Alegría Panamá disponía de dos vehículos, pero uno de ellos, una Nissan Frontier de 2005, sufrió daños irreparables. La pérdida de este vehículo está limitando el transporte del equipo del proyecto a las provincias fronterizas. Fe y Alegría Panamá identificó una Toyota Hilux 2020 usada con poco kilometraje para sustituir a la Nissan Frontier 2005.

«Sabemos que Dios trabaja con los pobres y camina también con los emigrantes. Estamos seguros de que los emigrantes son también un lugar teológico. Dios encuentra formas de ayudarles, de mantener viva su esperanza.”

Fr. Marco Tulio Gomez, S.J. Director General de Fe y Alegría Panamá

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